Me encuentro solo en mi habitación, tras haber
estudiado una media hora –se trata del primer día de clase oficial, media hora
está bastante bien- escuchando diversas canciones de Guns n’ Roses y Metallica,
simplemente porque es lo que hago cuando alguien me pone triste. He dicho
alguien, porque jode más y de un modo diferente a cuando lo que te jode es
algo, alguna cosa impuntual que no se puede controlar, que jode igual pero
opino que menos –por favor sepan no me refiero a pérdidas de gente amada, eso
no lo pienso comentar, está a un nivel superior a lo que yo jamás sea capaz de
escribir-.
¿Por qué hay gente que se dedica a hacer sufrir a los putos pringados
como un servidor? Alguien me dijo un día que se trataba de autoestima, que
ellos necesitaban esto porque no tenían, pero me pregunto yo si al hacerlo
ganar algo de ella: creo firmemente que no, que llega un punto en el que se
sienten a gusto haciendo sentir mal a los demás, son tan egoístas que son incapaces
de ser los únicos que no se acepten, que necesitan que los demás se sientan de
igual modo –muchas veces peor-.
Sí, escribo esto porque me acaban de hacer sentir mal –mierda, Knocking
on heavens door está acabando- y creo que lo peor de la situación es que
mientras yo estoy escribiendo sobre ello la persona culpable ni se acuerde de haberme dicho nada, y probablemente no se acuerde ni de mi cara, ni
de mi puto nombre.
Yo trato de ser amable con todo el mundo, trato de caer bien y de que la
gente se sienta a gusto estando cerca de mí, pues así me siento bien conmigo
mismo, ¿si haces cosas malas no ocurre lo mismo?, ¿no te sientes mal con tu
persona? Grandes hijos de puta.
Termino rápido, con un pequeño consejo, tanto para gente que disfruta
viendo sufrir, como para los que no se lo plantean –igual de malo- y para los
que su intención es la de salvar el mundo de las injusticias: jamás te burles
de la más mínima cosa que te pueda hacer gracia de esa persona. ¿Una chica que
tiene los dientes algo salido? ¿Una chica que tiene voz de chico o un chico con
voz de pito? ¿Acaso alguien con las manos o la nariz muy grandes? Creerme, sé
que pensáis que son gilipolleces de las cuales la gente no se da cuenta al ver
a la persona en cuestión, y sé que todos os fijáis en la personalidad de cada
uno más que en el físico, pero si se os ocurre, aunque no sea para reíros, solo
para mencionar ese ‘defectillo’
porque a ti y a tu puto grupo de amigos os hace gracia, recordad que a esa
persona no le hace falta que se lo mencionéis: esa persona ya se ha dado cuenta
de ese ‘defectillo’ hace mucho tiempo
–y a lo mejor, llamadme loco, no quiero pensar en él, pues si no lo ha
mencionado a pesar de que os resulte algo gracioso, puede que sea porque un
complejo se ciernes sobre su persona por varios hijos de puta que caminan
alegremente y sin preocupaciones por la calle.
Gente que sufre, al menos siempre os quedará el consuelo de que no sois
los únicos que lo pasáis mal, porque al menos, yo, me encuentro en vuestra
misma situación.
“Cuando una puerta de felicidad se cierra, otra se abre. Pero con
frecuencia miramos tanto a la puerta cerrada que no somos capaces de ver la
puerta que se ha abierto frente a nosotros”. –Hellen Keller.
“El mayor error que una persona puede cometer es tener miedo de cometer
un error”. – Elbert Hubbard.
La siguiente cita a lo mejor os confunde con la alusión a las flores,
pero la veo muy indicada para terminar este texto. Espero que le veáis el
significado como se lo he visto yo.
Y sí, sigo jodido, aunque escribir ayuda.
“Un tulipán no trata de impresionar a nadie. No se esfuerza en ser
diferente de una rosa. No tiene que hacerlo. Es diferente. Y hay sitio en el
jardín para cada una de las flores”. – Marianne Williamson.
Ahora sí que termino, lo prometo; os recomiendo escuchar algo tipo Help
de The Beatles, no una balada que nos hace sentir mal –yo antes las estaba
escuchando, y he decidido cambiarlas por un ritmo que me haga querer salir a
bailar en mitad de la calle-.
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